Gracias a Skmknc de FunkyMonks:
Este artículo es del diario La Nación del 7 de octubre de 1999, después de los shows de los peppers en Buenos Aires.
"Siempre vivimos al límite"
"John (Frusciante) es una influencia hermosa -señala Kiedis sobre la vuelta del guitarrista-, un componente químico-espiritual que, si uno se lo agrega a nuestro tubo de ensayo, produce una acción increíblemente creativa. Cuando él se dedica a algo, es su existencia completa la que da vuelta, tocando la guitarra, grabando, escribiendo canciones y exhalando toda esa energía en la atmósfera que hay a su alrededor.
-¿Creés que son una banda que vive constantemente al límite?
-A veces, sí. Creo que esto se manifiesta en ritmos y ciclos. A veces definitivamente empujándonos contra el borde y desapareciendo justo allí mismo. Y otras veces regresando. Hay períodos donde somos tranquilos y pacíficos, y después de un rato alguien se queda enganchado en el borde otra vez. Afortunadamente podemos seguir dando vueltas un poco más porque tengo el sentimiento de que, con John en la banda, hay un montón de canciones que podemos escribir y hacer un montón de grabaciones más. Ahora somos nosotros los que lo seguimos a él hasta el borde.
-Hace unos días, en una entrevista, Frusciante aseguró no tener miedo a morir. ¿Tenés la misma relación con la muerte?
-Yo sí le tengo miedo a la muerte, no estoy listo para morir. Amo levantarme a la mañana, tomarme un café, mirar por la ventana de mi casa y comprobar que el cielo sigue allí arriba. Le temo a la muerte y eso es lo que me mantiene vivo.
Los Peppers están de regreso y en su mejor forma. Como en los viejos tiempos. Por eso, Kiedis no encuentra diferencias entre su actual momento y diez años atrás: "De algún modo esto se convirtió en un círculo completo. Diez años atrás estaba tocando música con John, Flea y Chad, y ahora también. Diez años atrás mi mente estaba fuera de control y ahora también. Quizá nada haya cambiado, o quizá la respuesta sea demasiado existencial para una mañana como ésta".
Sólo queda tiempo para una pregunta más. ¿Podría Kiedis, definir con una sola palabra a California, ese pintoresco lugar que a lo largo de sus 36 años lo golpeó y lo premió por partes iguales y al que tanto ama y odia al mismo tiempo? "Ardiente. Definitivamente creo que la palabra sería ardiente". Como la historia de su vida y la de su banda. No es casualidad.
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